Actividad Bloque 5 - Creación Literaria






















ACTIVIDAD BLOQUE 5
CREACIÓN LITERARIA

En este post vamos a trabajar la creación literaria en verso, en prosa y dramática para niños de 1º de primaria. Hasta ahora hemos ido trabajando la interpretación de textos, pero no nos hemos enfrentado a la creación de textos y he de decir que ésta, me ha parecido la tarea más complicada. No estamos habituados a ello y romper el hielo y los miedos me parece un fantástico paso para poder trasmitírselo a los niños en el futuro.


CREACIÓN DE PROSA


Para este ejercicio, hemos utilizado la estrategia de contar cosas en primera persona. El personaje principal de nuestro texto es la pizarra de tiza de una clase. He intentado que sea un objeto familiar para los niños y que les genere simpatía. Por otro lado, el relato trata de trasmitir las emociones que se sienten ante situaciones nuevas que no controlamos, como puede ser por ejemplo, el primer día de clase en una clase o cole nuevo.

LA PIZARRA RA
“Estaba muy nerviosa ese día, me encontraba feliz y ansiosa por saber qué iba a pasar. No veía nada, solo escuchaba las voces de gente y sentía cómo me movían de un lado a otro. ¿Cómo será mi nuevo hogar? ¿Me querrán? ¿Me sentiría sola? En aquella fábrica fría había dejado buenas amigas, y ahora me dirigía a un nuevo hogar, con el que tanto tiempo llevaba soñando.
De repente, noté cómo me posaban en el suelo y una voz dulce decía: - ¡Anda! ¡Ya ha llegado! Casi empezamos las clases y no tenemos nuestro elemento principal. Cuélguela aquí por favor, bien centradita.
- “Elemento principal”… ¿Seré yo esa cosa tan importante? ¡Si sólo soy una pizarra!
Con mucho cuidado, me colgaron donde aquella amable mujer les indicaba. ¡Pues parecía muy maja mi nueva dueña! Estaba muy contenta, y se me empezaban a pasar los nervios.
Cuando terminaron de colgarme con mucho cuidado, aquella mujer de voz dulce seguía trabajando en el aula, pegando cartulinas en unas paredes, haciendo carteles para otras… Mientras iba de aquí para allá no hacía más que decir: -¡Uy! A mis niños seguro que les gusta este cartel. – Ah, y seguro que prefieren esto en este color.
¿Niños? Pensé yo, ¿qué serán los niños? En ese momento, observé a mi alrededor. En aquella habitación, no sólo estaba esa mujer, todos sus carteles y decoraciones y yo, sino que también había muchas sillas y mesas pequeñitas. Una de ellas, al darse cuenta de que las observaba se dirigió a mí: -Así que tú eres la famosa pizarra nueva. La anterior estaba ya tan viejita que no podía seguir soportando las cosquillas de las tizas así que se rasgaba y la tuvieron que retirar. Hoy ves esto calmado porque la Lucía, la maestra, está sola decorando el aula, pero mañana es el primer día de cole y ya verás qué follón se monta con todos los niños y niñas que vendrán.
¿Niños? Era la segunda vez que oía hablar de niños. ¿Qué serán los niños/as? ¿Serán buenos conmigo? ¿Ha dicho esta mesa que la pizarra anterior no podía soportar las cosquillas de las tizas? ¡Ay, qué nerviosa me estoy poniendo!
La mujer de voz dulce, que intuí que se trataba de la maestra Lucía, estaba ya ultimando detalles para lo que parece que era la preparación para recibir a esos “niños” de los que hablaba mi nueva amiga, la mesa.  Cuando terminó, apagó la luz y allí me quedé muy nerviosa, sin atreverme a hablar mientras las mesas y las sillas cotorreaban entre ellas intentando adivinar cómo serían los niños de ese curso. Las notaba algo nerviosas, con lo que yo, no lo estaba menos. La incertidumbre de lo que se avecinaba al día siguiente me provocaba dolor de barriga. Pero bueno, no podía hacer más que intentar descansar y esperar a que llegara el día siguiente.
Con estos pensamientos me quedé dormida y en lo que pareció un segundo, me despertó un rayo de luz que entraba por la ventana que estaba justo a mi derecha. ¡Hacía un día precioso! Me sentí más esperanzada y tranquila. -Seguro que me va a ir fenomenal-, me dije a mí misma.
Todas las mesas, sillas y demás objetos de la habitación se fueron desperezando y colocando en su sitio. Faltaban 5 minutos para que sonara el timbre, según avisó el señor reloj que estaba situado encima de mí también colgado en la pared. Así que todos se fueron colocando en sus puestos. De repente, sonó un timbre y me sobresaltó. ¡Casi me caigo de la pared! ¡Qué susto! Una silla que estaba junto a mí y que era más grande que todas las demás, me dijo: -Shhh… Estate tranquila, sólo es el timbre que avisa a los niños para que suban a las clases. Ya te acostumbrarás, te vas a cansar de escucharlo.
Vi como todos se pusieron rápidamente en sus puestos, justo segundos antes de que la puerta se abriera y entrara la maestra Lucía seguida de un montón de gente menudita y diciendo: -Niños, pasad y sentaros. Podéis elegir donde sentaros, ya nos organizaremos más tarde. Esta será nuestra clase de 1º de Primaria para este año. ¡Anda! Así que estos seres pequeñitos y tiernos eran los famosos niños y niñas. Me parecieron una monada. -No te confíes-, me dijo la silla que estaba a mi lado. Parecen muy monos y la mayor parte del día lo son, pero a veces se ponen muy nerviosos y gritan o lloran tan alto que te levantan dolor de cabeza.
Justo cuando Silla Grande (como la bauticé ese día, aunque luego me enteré que se llamaba Sillota) me estaba diciendo esto, noté como Lucía, la maestra, se me acercaba y comenzaba a notar unas cosquillitas que no sabía si podría soportar! Estaba escribiendo algo en mi barriga, pero el contacto con la tiza ¡me hacía muchísimas cosquillas! Sillota me susurró: -Tranquila pizarrita, ya te acostumbrarás, todas lo hacéis y luego lo echáis de menos.
Cuando Lucía la maestra terminó de escribir y de hacerme cosquillas, todas aquellas cabecitas me miraban fijamente y no dejaban de sonreír. Unos de nervios, otros de emoción, pero la verdad es que aquellos ojitos fijos en mí me inundaban de una enorme ternura y en ese preciso instante pensé: -Sí, aquí voy a ser una pizarra muy feliz.”

Después de leerles este cuento sobre Pizarrita, les pediremos que continúen la historia. Juntos lo haremos en alto. Cada uno dirá una frase y después veremos cómo ha quedado el cuento.

CREACIÓN DRAMÁTICA

Para esta actividad, he utilizado la estrategia de la hipótesis absurda y la he combinado con el Binomio Fantástico (Gianni Rodari). La hipótesis absurda es: ¿Qué pasaría si mi coche hablara? Las dos palabras que no tienen relación entre ellas son: coche y chubasquero.
Personajes de la obra:
Coche
Conductora (Laura)
Hija de la conductora (Paula)

Aparece un coche aparcado y se le acerca Laura.
COCHE: Buenos días, Laura, ¿a dónde vamos hoy?
LAURA: Hoy vamos a llevar a Paula a la Hípica para sus clases para aprender a montar a caballo.
COCHE: ¡No! Se me había olvidado que era sábado… Sabes que no me gusta nada, me lleno de barro y me pesan las ruedas de todo el barro que cogen… ¿No podríamos ir a un centro comercial? Allí estoy calentito, y mis ruedas van por asfalto. ¡No me gusta ir por tierra!
LAURA: No… Lo siento, pero hoy Paula tiene una clase muy importante y no puede faltar. Anda… hazlo por mí…. (Laura pone “morritos” para intentar ablandar a Coche).
PAULA: ¡Mami! ¡Mami! Venga vamos a darnos prisa que no quiero llegar tarde. Además, papá me ha dicho que va a llover, así que me ha recomendado llevarme el chubasquero para no mojarme y yo creo que igual podías llevarlo tú también para que no te mojes mientras me esperas.
LAURA: ¿Ha dicho papá que va a llover?
COCHE: Lo que me faltaba…
PAULA: Sí, mami, dice que lo ha oído en las noticias esta mañana mientras iba a trabajar. Por eso ha llamado antes, para avisarnos.
LAURA: Bueno, pues llevaremos el chubasquero, no vaya a ser que nos mojemos.
COCHE: ¿Y yo qué? ¿Nadie se acuerda de mí? El hipódromo está en mitad del campo y me aparcas a la intemperie, no tengo donde resguardarme, no hay ningún garaje de coches ni nada, y encima, no se han inventado todavía los chubasqueros para coche. ¡No es justo!
LAURA: Pero bueno, cochecito, tú tienes una carrocería muy dura, y tus ruedas están preparadas para el campo. ¡Pero si eres un todoterreno! Anda, no seas quejica y llévanos por favor a la niña y a mí a la hípica. Y te prometo que, si te mojas, luego te llevo al túnel de lavado ese que te gusta tanto y que deja sequito y reluciente.
COCHE: Bueeeeeno…. Pero porque sois vosotras, ¿eh? Ojalá no llueva, pero al menos sé que si ocurre, después me dejarás calentito y limpito de nuevo en el garaje.
Y se fueron los tres a la hípica como todas las mañanas de sábado.


CREACIÓN DE VERSOS
La estrategia que hemos utilizado es la de Pareados. Hemos construido un pareado con cada una de las letras del abecedario. Se trata de trabajar con niños de Primero de Primaria. En este curso, los niños/as de 6 años (según el Cuadro: Características de los Cuentos por edades colgado en el Bloque 1), se encuentran en la etapa del pensamiento intuitivo. En esta etapa, los niños están en una fase inicial de lectura donde silabean y comienzan a comprender textos cortos. Les interesan mucho los cuentos y los textos sobre animales, por lo que hemos pensado en introducirlos en nuestros pareados además de las vocales.
La A
¡Ay! Abejita lista,
la colmena cuidas y a la reina mimas.

La E
¡Eh! ¡No te olvides elefante!
Aunque sé que de memoria no careces.

La I
Y si nunca imaginasteis algo así,
¿por qué será delfín que me pica la nariz?

La O
Oh… oso orgulloso,
A veces feo pero tantas veces hermoso.

La U
Uf… un avestruz de pluma azul
fue el último en llegar al autobús.

La idea es que, por equipos, elijan una vocal y un animal que contenga la vocal y preparen un pareado.

Revisando la documentación de la asignatura, y siguiendo la estrategia de Poemas de Preguntas, se me ha ocurrido otra creación también adecuada para niños/as de 6 años.

¿Por qué le pica la nariz a la lombriz?
Por infeliz

¿Quién le puso el cascabel al gato?
Su vecino el gallo.

¿Dónde esconde el avestruz la cabeza?
Debajo de la maleza

En este caso, podemos usar este tipo de poemas basados en Preguntas – Respuestas que son muy sencillos y aportan ritmo.



CREACIÓN DE UN LIBRO

Para esta actividad he creado el libro a partir de la creación en verso. Para ello, he doblado una cartulina del tamaño A4 en 4 partes y he recortado las hojas. Para unirlas he utilizado unas grapas. Aquí va el resultado.














Como conclusión, la experiencia ha sido muy divertida aunque probablemente ha sido una de  las actividades más complejas. La parte de composición de los géneros de prosa y drama es quizá un poco más sencilla, pero la de verso es la que más me ha costado. He de reconocer que las estrategias ayudan mucho a enfrentarse al folio en blanco, pero no obstante, y en concreto en el verso, es difícil huir de la rima forzada y trabajar la función poética del verso. Esto es quizá lo que más me ha costado y de hecho considero que quizá no lo haya conseguido del todo. La creación del libro me parece una actividad sencilla y divertida para trabajar con los niños en el aula. Se puede desarrollar tan complejo como se considere pero realizado de una manera sencilla ayuda a ilustrar cualquier texto y te permite hacerlo bastante más atractivo para la lectura.

Biografía utilizada:
Apuntes de la asignatura y documentación colgada en el bloque.



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