ARTÍCULO FINAL
















ARTÍCULO FINAL


Este blog lo llamé Un Camino por Recorrer porque eso es lo que representa para mí la trayectoria de esta formación. Cuando me enfrenté a la página en blanco del blog, era todo nuevo para mí y leyendo la guía de actividades, se me hacía que tenía por delante un camino pedregoso, con baches, cuestas empinadas y muchos obstáculos que ir solventando para llegar a la meta. 

Ahora que puedo echar la vista de reojo hacia atrás, veo con orgullo que me acerco a esta pequeña meta que no es una meta final ni mucho menos, es una meta intermedia, pero sí que tengo la sensación de haber ido solventando cada uno de los obstáculos, aunque he de reconocer que el camino no ha sido fácil. La clave para llegar ha sido no mirar el final, que tanto me agobiaba los primeros días, sino ir centrándome en los pasos que la guía nos marcaba y poner foco sólo en la actividad que estaba realizando en cada momento. Al igual que los deportistas, me he ido centrando etapa a etapa (bloque a bloque). Si no, con todas las cosas que arrastra mi cabecita en su día a día habitual, llegar hasta aquí hubiera sido imposible y con toda seguridad me hubiera quedado magullada en una cuneta.

Vamos a ver si soy capaz en estas líneas de trasmitiros este camino que hemos realizado juntos.

PRIMERA ETAPA – Bloque 1

Una de las principales ideas que he sacado de este bloque, es que la literatura infantil, sólo se debe de diferenciar de la literatura dirigida a adultos en cuanto a que ha de estar adaptada, lógicamente, a la edad y a la situación evolutiva del niño receptor (Apuntes de la asignatura, p.3). Esto, que parece lógico, en muchas ocasiones se nos olvida no sólo como maestros, sino como adultos en general. Tendemos a ver la literatura infantil como textos sencillos y de baja calidad. El niño/a debe de exponerse a textos de calidad desde que comienza a tomar contacto con la lectura, si bien es cierto, que lo que sí es muy importante es que los comprenda y estén adaptados a sus capacidades, porque de otra manera el niño no comprende, se aburre, y por tanto pierde interés por la lectura.

Un concepto que me parece interesante y que me ha ayudado a ver otra perspectiva de la literatura, es que la literatura es un arte, y como arte, no está creada para enseñar, ni inculcar valores, lo que no significa que no pueda provocar un pensamiento profundo en el lector, pero no es su fin. (Apuntes de la asignatura, p. 4). Este es un aspecto, que personalmente, antes de comenzar este curso tenía erróneamente interiorizado. No era un aspecto que tuviera conscientemente interiorizado así, pero a lo largo de alguno de los comentarios de mis compañeros y de Irune, he ido viendo que sí que tenía esta idea en la cabeza. Estos comentarios me han ayudado mucho a reflexionar sobre este aspecto y a retrabajar algunos trabajos para no enfocarlo tanto al trabajo de valores sino equilibrar en las actividades el disfrute con la reflexión.

Otro aprendizaje clave en este bloque ha sido el aprender a diferenciar la literatura de la paraliteratura. Según los apuntes de clase, en las páginas 4 y 5, vemos que ambas se diferencian básicamente porque la literatura tiene un carácter poético y debe de encajar en uno de los tres estilos literarios: narrativa, poesía o texto teatral. La literatura es un texto de ficción (aunque puede estar inspirado en hechos reales) con un primer objetivo claro de generar arte, mientras que la paraliteratura son textos reales, con fines más concretos como son la trasmisión de valores, la política, la descripción de hechos probados (como por ejemplo biografías). Esta diferencia era inexistente para mí hasta ahora. No había reparado en estas diferencias. 

Apreciar estas diferencias me ha permitido a su vez apreciar mejor la parte poética y artística de la literatura que hasta ahora según el texto me podía pasar un poco más desapercibida. Este aspecto de la paraliteratura infantil me parece especialmente relevante, porque en mi opinión, este hecho de intentar que todo lo que lean los niños tenga una moraleja o una enseñanza escondida le resta al niño el placer de leer por leer. Este placer es algo que no siembre viene intrínseco en el niño, sino que como padres y maestros tenemos la obligación de inculcar desde pequeños.  No hacerlo, no sólo puede privar al niño de desarrollar otras capacidades de comprensión que se desarrollan a través de la lectura, sino que le privamos de una actividad que ayuda mucho a los niños a relajarse, a disfrutar con su imaginación, a aceptarse y conocerse mejor a sí mismos, etc. (Literatura para niños, una forma natural de aprender a leer, 2006).

En este bloque además se hace un recorrido por la evolución de la literatura infantil. Esta evolución nos lleva hasta los años 90 donde se empiezan a incluir imágenes en los textos y aparecen los textos ilustrados. Esto me parece una gran revolución porque sinceramente, no entiendo como hay hoy en día grandes lectores que han comenzado su etapa lectora con libros sin ilustrar. El aspecto del libro es sumamente importante y afecta mucho en el nivel de interés que el niño tiene en la lectura. Está claro que la historia le tiene que motivar, pero una lectura con imágenes le permite, sobre todo en las primeras etapas lectoras, descansar la vista de las letras, dejar volar la imaginación, le ayuda en la comprensión del texto, etc.

Me ha gustado mucho el uso del teatro en el aula. Es cierto que en mi época que recuerdo de colegio, no se estimulaba el hablar en público, y esto ha producido toda una generación de personas que nos enfrentamos a las responsabilidades de adultos sin esta capacidad que es fundamental para la mayoría de los trabajos y para la vida en general. El uso de textos teatrales y su interpretación en el aula, puede permitir al niño ganar confianza hablando en público ayudándolo a convertirse en el personaje en cuestión y no sintiéndose juzgado él como persona por su audiencia. Hoy en día que por mi trabajo me dedico a hacer muchas exposiciones en público, he utilizado técnicas de teatro para conseguirlas. Me considero una persona muy tímida, pero una vez que me subo al escenario a hablar sobre un tema, me pongo el “sombrero” de ponente y se me olvida mi timidez. Esto sólo se consigue con mucha práctica y te aporta seguridad. Como maestros, podemos usar estos textos para que el niño disfrute con la interpretación, se desinhiba y se ría de sí mismo.

Otro género literario que también es útil para desarrollar estas habilidades comunicativas, es la poesía. La poesía, no sólo sirve para el desarrollo de estas habilidades comunicativas, sino que, además, inculcar al niño el placer por la poesía desde pequeño le permitirá descubrir un género literario complejo que aporta un gran disfrute y que el niño no es consciente, pero forma parte de nuestra vida en el día a día. El único problema es que nunca nos enseñaron a apreciarla. Como maestros, tenemos la obligación de enseñar a los niños a apreciar este género y ayudarles a que lo entiendan para que puedan disfrutarlo. Es quizá el género más difícil de entender porque es el menos utilizado de forma consciente. La prosa, es un género con el que el niño está en contacto desde que se inicia en la lectura, y el género dramático está presente de alguna forma en las películas y en las obras de teatro que puede tener ocasión de ver, pero la poesía, estando presente en las letras de muchas de las canciones que escucha, ni siquiera es consciente de ello, por el mero hecho de no haber tenido una formación en poesía adecuada. Como maestros, en mi opinión, debemos de ofrecer al niño la oportunidad de disfrutar conscientemente de este género literario que es el más poético por naturaleza.

De cara a que el niño no se desmotive con el texto que le propongamos, en este bloque hemos aprendido a analizar muy bien los textos y tener muy presente nuestro receptor, su desarrollo cognitivo, sus necesidades y sus capacidades. En mi vida profesional, me dedico al mundo del marketing, y parece una ironía decir que, en relación a los textos literarios, no era consciente de que todos los aspectos son importantes, no sólo el texto en sí, sino todo lo que lo acompaña: sus ilustraciones, el papel, el tamaño de la letra, el tema, el argumento, la edición y las portadas, los protagonistas y los demás personajes que los acompañan, los valores y los contravalores, en estilo y el lenguaje utilizado para trasmitir las ideas.

Digo que parece irónico porque es un aspecto que tenía perfectamente interiorizado a la hora de diseñar por ejemplo campañas publicitarias, donde lo primero que se analiza es el receptor de la pieza, para así adaptar los visuales, los textos, y todos los elementos creativos para que sean significativos para él y la pieza pueda “conectar” con este receptor y le sea relevante. Sin embargo, a la hora de elegir un libro para mis hijos, nunca había caído en la cuenta de estos aspectos y ahora he entendido por qué en ocasiones, cuentos que me parecían muy atractivos para ellos, al ofrecérselos, a ellos les generaba rechazo o poca motivación.


SEGUNDA ETAPA – Bloque 2

Este bloque sobre los textos folclóricos me ha parecido especialmente interesante porque nunca me había planteado estos pequeños textos en muchas ocasiones sin mucho significado aparente, como literatura. Cuando pensaba en literatura, antes de este curso, pensaba más en “textos serios”, en los clásicos, sin darme cuenta que en estos pequeños textos folclóricos que son en muchos casos muy atractivos sobre todo para los más pequeños, pueden ser una buena fuente de lectura, sobre todo familiar y grupal (Apuntes de la asignatura, p.17).

Estos textos folclóricos, según los apuntes los podemos clasificar como: cuentos folclóricos (asunto ficticio y carácter lúdico), el mito (relato de actuación memorable de dioses o héroes), la leyenda (trasmisión oral de una tradición) o la fábula (representada por animales que reflejan pasiones y valores humanos). Estos textos, son especialmente útiles en el aula en los primeros años de introducción a la lectura, sobre todo porque son textos habitualmente breves, de tendencia fantástica, protagonizados por héroes, animales, o personajes mitológicos que hacen de estos textos un gran atractivo para los más pequeños.

Otra clasificación que encontramos es la de Propp (1928) que clasifica los textos folclóricos en mitos (héroes), cuentos de animales (animales como protagonistas, y pueden tener o no una moraleja), cuentos de fórmula (cuentos en los que la memoria del narrador es fundamental y conjugan el absurdo y el humor) y cuentos de hadas o maravillosos (incluyen al menos un personaje mágico-fantástico). Esta clasificación nos es útil porque la tipología de cuento más extendida es el cuento maravilloso y fue este autor el que acuñó esta denominación. Además, según Propp, todos los cuentos maravillosos responden a esta estructura denominada el Paradigma de Propp: cada personaje tiene un papel en el cuento, y estos papeles pueden ser representados por diferentes personajes a lo largo del cuento; cada cuento tiene un número determinado de acciones, son las acciones que llevan a cabo los personajes del cuento y que tienen o no significado; y por último, las funciones, que son el significado de las acciones.

Me ha gustado mucho el estudio que se realizó con niños de 5-6 años y el cuento de los 3 Cerditos. Es cierto, que como maestros debemos de tener más fe en los niños, en su inteligencia y en su capacidad. Como adultos, habitualmente caemos en la trampa de pensar que, debido a nuestra experiencia, sabemos más que ellos y muchas veces pretendemos imponerles nuestro aprendizaje y nuestro criterio. Esto es algo también aplicable al ámbito familiar como madres/padres. No somos muchas veces conscientes, de que efectivamente, como adulto tenemos una experiencia que nos aporta sabiduría, pero es sabiduría la tenemos fruto de cometer errores y aprender de ellos, de experimentar incertidumbres, de acertar tomando determinadas decisiones, de nuestros pensamientos y nuestras propias conclusiones en la vida. Si privamos a los niños a que ellos piensen, experimenten, se equivoquen, generen aprendizajes de su propia vida, ¿en qué clase de adultos los convertiremos?

Un aspecto interesante a recordar para el futuro, es cómo debemos de adaptar los cuentos folclóricos. En ocasiones, al tratarse de textos antiguos, es necesaria una adaptación para una correcta comprensión del niño. Un texto folclórico podemos adaptarlo, pero como en cualquier adaptación, debemos de velar por que el argumento se mantenga, así como los personajes y el tema del cuento.

En cuanto al trabajo de este bloque, al principal reto que me he enfrentado es a no caer en el común error de centrar todas las actividades en el desarrollo de los valores. Gracias a comentarios de mis compañeros, he conseguido generar un buen equilibrio entre los valores y el disfrute de la lectura.
Me quedo de este bloque con una frase que me ha gustado especialmente y que creo que resume muy bien el bloque: “La literatura infantil ha de ser como un juguete, un juego más que divierta y deleite; en ese sentido, el folclore infantil es un auxiliar imprescindible en el aula”. (Apuntes de la asignatura, p. 23).

TERCERA ETAPA - Bloque 3

De este bloque, destacaría especialmente el análisis que se hace sobre el paralelismo de la literatura con los elementos del lenguaje y la comunicación: emisor, mensaje y receptor. Así, vemos que por un lado nos encontramos el emisor con su entorno y su realidad, que emite un mensaje que es recibido por un lector (receptor) que muy probablemente lo lee en otro momento histórico distinto, o, en cualquier caso, lo lee desde su perspectiva por lo que la interpretación del mensaje es inevitable. Esto es algo muy importante que debemos de tener en cuenta. Los niños como receptores, son receptores distintos a nosotros como adultos, aunque el autor sea el mismo y el mensaje emitido también, cada receptor, sea niño o adulto hará su interpretación por lo leído. Estas interpretaciones están afectadas por el nivel de desarrollo cognitivo del receptor, por sus experiencias y aprendizajes previos, es decir, por sus esquemas, por sus prejuicios, etc. 

Si tenemos este concepto claro, como maestros, fomentaremos los debates en el aula enriqueciendo las perspectivas de nuestros alumnos, y no intentaremos imponerlos a los niños nuestras interpretaciones. El maestro de hoy en día debe de tener más un papel mediador en el aprendizaje del niño que un papel protagonista en el mismo. El protagonista de su propio aprendizaje es el niño y para ello cuenta con una herramienta muy útil que es el maestro. Esto todavía hoy en día hay maestros que no consiguen entenderlo ya que durante muchos años han estado trabajando con un modelo más tradicional de aprendizaje donde el niño aprende escuchando al maestro y no descubriendo y guiando su propio aprendizaje.

Para intentar que haya la mayor conexión posible entre el receptor (lector) y el mensaje que emite el autor, y así fomentar hábitos lectores, es importante como maestros que ofrezcamos a los niños siempre libros que se adecuen no sólo a su capacidad cognitiva en ese momento, sino también y no menos importante a sus intereses y la concepción del mundo que tienen en ese momento. Así, hay libros que a lo mejor un adulto ha leído de niño y recuerda con mucho cariño porque le dejaron huella, pero un niño de hoy en día no le ve el más mínimo atractivo porque la sociedad que representa no es la suya y por tanto no conecta con ella. Este aspecto es muy importante tenerlo en cuenta como maestra para conseguir con éxito inculcar hábitos lectores a los alumnos/as. A veces caemos en el error de adaptar estos textos, sin darnos cuenta de que la adaptación es el último recurso ya que destruye la obra original del autor, su obra de arte. ¿Para qué adaptar existiendo tantos textos disponibles? No se trata de adaptar, se trata de elegir adecuadamente qué ofrecemos a los niños para que lean.

En este bloque como trabajo hemos diseñado una semana literaria. En mi caso, la elección ha sido Antonio Machado. Este proyecto ha supuesto un gran reto, pero a la vez ha sido muy divertido pensar en actividades que acercaran la poesía de Antonio Machado a la realidad del niño de hoy en día. El objetivo ha sido intentar acercar a los niños un género literario complejo y que habitualmente no se trabaja tanto en las aulas como la prosa, por ejemplo. La semana la hemos basado en actividades grupales, donde el niño/a se ha convertido en el eje de su aprendizaje, descubriendo, creando e interpretando. Un error que cometemos como adultos y maestros es el no priorizar. Este ha sido un gran reto en esta actividad, ya que entrando en la obra de este autor todo me parecía interesante e importante para que los niños entendieran mejor su obra. Sin embargo, finalmente he optado por elegir sólo aquellas poesías más emblemáticas y centrarme sobre todo en que aprendan el simbolismo del autor que es una de sus características principales. El resto de actividades están centradas en que les quede un bonito recuerdo de esa semana literaria para que al hablar de poesía la relacionen con aquella semana educativa tan bonita y divertida que realizaron en el colegio. Ese “poso” emocional positivo es un gran motor para estimular la lectura en el futuro. Esto nos enlaza ya con la cuarta etapa de la carrera: animación a la lectura.

CUARTA ETAPA – Bloque 4

Me gusta mucho el comienzo de este bloque que dice así: “Leer no es solo ver lo que está escrito y descodificarlo. Es mucho más: es comprender, es interpretar, es inferir, es descubrir, es comunicación, es un acto espiritual complejo que va de la objetividad a la subjetividad.” Este comienzo me gusta especialmente porque en mi opinión, es muy cierto. En muchas ocasiones, como educadores, nos conformamos cuando al leer los niños en clase en voz alta, leen con un buen ritmo, buena entonación, no silabean, etc. Sin embargo, se nos olvida que, hasta ese momento, sólo están decodificando. Y no trabajamos sobre la comprensión denotativa (literal) ni mucho menos la connotativa (personal, emocional). Este ha sido mi principal aprendizaje de esta etapa. Cuando ves fichas de comprensión lectora de las editoriales más tradicionales, la mayoría son actividades de comprensión denotativa. 

Por este motivo, he disfrutado mucho imaginándome los coloquios sobre el Principito (novela elegida para el trabajo de este bloque), porque me imaginaba a los niños intentando convencerse unos a otros que su interpretación es la correcta. El papel más difícil para el maestro en este caso es el de ser meramente un moderador y un acompañante en el proceso, ya que como hemos comentado a lo largo de los otros bloques, los adultos tendemos a querer “imponer” nuestra visión e interpretación de los textos. Esta obra que he elegido me ha parecido especialmente interesante ya que consta de tantas capas interpretativas, que incluso un adulto, cada vez que lo lee, si lo hace con ojos descubridores, encuentra nuevos significados al mismo texto.

Dentro de lo aprendido en este bloque es la estructura clave para acompañar y estimular al niño/a en sus hábitos lectores. Así, debemos de trabajar actividades para antes de la lectura, que le estimulen y le generen ganas de leer. Estas actividades nos sirven para poner en contexto el autor, el momento en el que vivió, etc. 

Para generar motivación, es importante en este punto que como maestros dejemos a los niños soñar con lo que nos contará la historia, con sus personajes, etc. Un error que personalmente he cometido una y otra vez, es no intervenir indicando si están o no en lo cierto cuando los niños intentan averiguar qué pasará. Estas actividades de antes de leer las he incluido en el proyecto, no sólo a nivel general como introducción al libro, sino al final de cada sesión como animación a que sigan leyendo. 

Cuando la novela que leen es extensa, debemos de acompañar al niño en todo su proceso de lectura, no sólo al principio, porque si no corremos el riesgo de que, en algún momento del camino, se canse, pierda interés y lo deje. En mi opinión, y según lo trabajado y aprendido en este bloque, no debemos de bajar la guardia en todo el proceso de seguimiento. El trabajo lo hemos elaborado con una novela propuesta, pero leyendo los documentos complementarios de la asignatura, he visto que este trabajo se puede y se debe de hacer no sólo puntualmente con un libro en concreto que propongamos, sino con todo lo que vayan leyendo los niños. Me ha gustado mucho la actividad del Libro Misterioso. Me parece una actividad muy chula y motivadora para los niños de primaria, edades en la que los misterios les generan una gran fascinación. Es una actividad que nos permitirá mantenerlos interesados en los libros durante todo el curso y que además fomenta el acabar uno y empezar otro, para ver si son ellos los que responden antes al enigma planteado por el profesor (Catálogo de Actividades de Animación a la Lectura). 

En las actividades de durante la lectura, me parece especialmente difícil no intentar trasladar al niño nuestra propia interpretación de adulto. Para que el maestro consiga esto con éxito, debe de estar con la mente muy abierta y muy concienciado de que su interpretación es de adulto y es la suya propia, pero que el niño también tiene capacidad y vive su realidad, lo que afecta directamente a su propia interpretación. En las actividades de Después de la lectura, lo que hacemos es afianzar interpretaciones, aprendizajes si los hubiera, y sobre todo y lo más importante será intentar dejar “huella” al alumno con el libro.

De este tema, me quedaría con esta frase literalmente: “Éste es el objetivo que persiguen las estrategias de animación a la lectura: comprender, gozar, reflexionar”. Me quedo con ella porque a veces se nos olvida que el objetivo de la animación a la lectura, no es intentar que el niño entienda lo que el autor quiera decir, sino que el niño comprenda el texto (literal y personalmente), lo disfrute y reflexione sobre lo leído para desarrollar su espíritu crítico, aspecto fundamental para su futuro como adulto.

QUINTA ETAPA – Bloque 5

Esta etapa ha sido como ver una cuesta super empinada cuando ya crees que estás llegando a la meta.  Creo que ninguna de las actividades anteriores, pese a todos los retos que hemos ido superando juntos, me ha resultado tan compleja como enfrentarme a un folio en blanco. No obstante, he contado con unas buenas zapatillas para esta cuesta final, que eran las estrategias que nos mostraba el bloque de teoría. Sin ellas, no sé si hubiera sabido por dónde empezar. 

De los géneros literarios, el que más me ha costado ha sido el del verso, y no sé de hecho si he sido capaz siquiera de hacer algo mínimamente apropiado como para que sirva de inspiración a los niños para sus propias creaciones. Con total seguridad lo harían mejor ellos que yo misma. La prosa y el texto dramático me han resultado divertidos de crear, la verdad. Las estrategias de cambiar las letras de canciones, es una estrategia que seguimos en los colegios muchas veces por ejemplo cuando preparamos villancicos para el festival de Navidad con base de melodías de canciones actuales. Sin embargo, en muchas ocasiones, en lugar de hacerlo los niños, es una tarea que por falta de tiempo acaba haciendo el profesor por su cuenta, y el niño se limita a aprendérselo. Esta actividad, por ejemplo, se podría integrar dentro del área de Lengua para que se le diese el tiempo y los recursos necesarios para que los niños puedan llevarla a cabo. En mi opinión, le damos demasiada relevancia a que los niños lean y escriban prosa y poca a los poemas. Como futura maestra, me gustaría en la medida de las posibilidades de mi aula, intentar equilibrar un poco más ambos géneros. La poesía es un género que ocurre como con el vino, que se aprecia a medida que se lee y se aprende a disfrutar con ella. Nuestro papel como educadores es darles a los niños oportunidades de aprendizaje para que ellos puedan ir definiendo sus criterios y sus gustos. Un niño que no ha aprendido a amar la poesía, no querrá nunca leer este género. Pensará que no la entiende, que no es para él, … Cuando la realidad es que no ha tenido oportunidades para que le guste. Esto es lo mismo para todos los géneros, pero es verdad que la prosa y el texto teatral están más presentes en el día a día de los niños y por tanto surgen más oportunidades de aprendizaje.

La creación de un libro me ha parecido un material que se puede hacer muy sencillo y que es muy estimulante para el niño. De hecho, por ejemplo, podría servirnos para entregarles a los niños el vocabulario de El Principito por ejemplo en un formato diferente (tipo diccionario) de manera que les sea más estimulante de consultar que un folio impreso.

Y así es como hemos llegado juntos a esta pequeña meta, que en realidad no es más que el principio de una larga carrera de aprendizaje y de fondo. Pero como os decía en la introducción de este post, vamos pasito a pasito, descubriendo el camino que nos queda por recorrer, porque si lo miramos desde arriba y lo vemos completo nos abruma y nos bloquea. Esta es mi filosofía de vida para poder con todos los retos, desmembrarlos y ver las piezas pequeñas y esto en definitiva es algo que algún día me gustaría poder trasladar a mis alumnos el día de mañana. No hay reto imposible si lo afrontamos poco a poco, de manera que nos enfrentemos a retos de nuestro tamaño y a medida que los vamos superando, nos encontremos con que casi sin quererlo hemos llegado a nuestro objetivo que un día parecía imposible. Enhorabuena compañeros, ya hemos llegado.




BIBLIOGRAFÍA
-          Apuntes de clase
-          Escalante D.T., Caldera R.V., 2006, Literatura para niños: una forma natural de aprender a leer, Universidad de Los Andes, Venezuela, Artículos Arbitrados.

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