ARTÍCULO FINAL
ARTÍCULO FINAL
Este blog lo llamé Un Camino por
Recorrer porque eso es lo que representa para mí la trayectoria de esta
formación. Cuando me enfrenté a la página en blanco del blog, era todo nuevo
para mí y leyendo la guía de actividades, se me hacía que tenía por delante un
camino pedregoso, con baches, cuestas empinadas y muchos obstáculos que ir
solventando para llegar a la meta.
Ahora que puedo echar la vista de reojo
hacia atrás, veo con orgullo que me acerco a esta pequeña meta que no es una
meta final ni mucho menos, es una meta intermedia, pero sí que tengo la
sensación de haber ido solventando cada uno de los obstáculos, aunque he de
reconocer que el camino no ha sido fácil. La clave para llegar ha sido no mirar
el final, que tanto me agobiaba los primeros días, sino ir centrándome en los
pasos que la guía nos marcaba y poner foco sólo en la actividad que estaba
realizando en cada momento. Al igual que los deportistas, me he ido centrando
etapa a etapa (bloque a bloque). Si no, con todas las cosas que arrastra mi
cabecita en su día a día habitual, llegar hasta aquí hubiera sido imposible y
con toda seguridad me hubiera quedado magullada en una cuneta.
Vamos a ver si soy capaz en estas
líneas de trasmitiros este camino que hemos realizado juntos.
PRIMERA ETAPA – Bloque 1
Una de las principales ideas que
he sacado de este bloque, es que la literatura infantil, sólo se debe de
diferenciar de la literatura dirigida a adultos en cuanto a que ha de estar
adaptada, lógicamente, a la edad y a la situación evolutiva del niño receptor
(Apuntes de la asignatura, p.3). Esto, que parece lógico, en muchas ocasiones
se nos olvida no sólo como maestros, sino como adultos en general. Tendemos a
ver la literatura infantil como textos sencillos y de baja calidad. El niño/a
debe de exponerse a textos de calidad desde que comienza a tomar contacto con
la lectura, si bien es cierto, que lo que sí es muy importante es que los
comprenda y estén adaptados a sus capacidades, porque de otra manera el niño no
comprende, se aburre, y por tanto pierde interés por la lectura.
Un concepto que me parece
interesante y que me ha ayudado a ver otra perspectiva de la literatura, es que
la literatura es un arte, y como arte, no está creada para enseñar, ni inculcar
valores, lo que no significa que no pueda provocar un pensamiento profundo en
el lector, pero no es su fin. (Apuntes de la asignatura, p. 4). Este es un
aspecto, que personalmente, antes de comenzar este curso tenía erróneamente
interiorizado. No era un aspecto que tuviera conscientemente interiorizado así,
pero a lo largo de alguno de los comentarios de mis compañeros y de Irune, he
ido viendo que sí que tenía esta idea en la cabeza. Estos comentarios me han
ayudado mucho a reflexionar sobre este aspecto y a retrabajar algunos trabajos
para no enfocarlo tanto al trabajo de valores sino equilibrar en las
actividades el disfrute con la reflexión.
Otro aprendizaje clave en este
bloque ha sido el aprender a diferenciar la literatura de la paraliteratura.
Según los apuntes de clase, en las páginas 4 y 5, vemos que ambas se
diferencian básicamente porque la literatura tiene un carácter poético y debe
de encajar en uno de los tres estilos literarios: narrativa, poesía o texto
teatral. La literatura es un texto de ficción (aunque puede estar inspirado en
hechos reales) con un primer objetivo claro de generar arte, mientras que la
paraliteratura son textos reales, con fines más concretos como son la
trasmisión de valores, la política, la descripción de hechos probados (como por
ejemplo biografías). Esta diferencia era inexistente para mí hasta ahora. No
había reparado en estas diferencias.
Apreciar estas diferencias me ha permitido
a su vez apreciar mejor la parte poética y artística de la literatura que hasta
ahora según el texto me podía pasar un poco más desapercibida. Este aspecto de
la paraliteratura infantil me parece especialmente relevante, porque en mi
opinión, este hecho de intentar que todo lo que lean los niños tenga una
moraleja o una enseñanza escondida le resta al niño el placer de leer por leer.
Este placer es algo que no siembre viene intrínseco en el niño, sino que como
padres y maestros tenemos la obligación de inculcar desde pequeños. No hacerlo, no sólo puede privar al niño de
desarrollar otras capacidades de comprensión que se desarrollan a través de la lectura,
sino que le privamos de una actividad que ayuda mucho a los niños a relajarse,
a disfrutar con su imaginación, a aceptarse y conocerse mejor a sí mismos, etc.
(Literatura para niños, una forma natural de aprender a leer, 2006).
En este bloque además se hace un
recorrido por la evolución de la literatura infantil. Esta evolución nos lleva
hasta los años 90 donde se empiezan a incluir imágenes en los textos y aparecen
los textos ilustrados. Esto me parece una gran revolución porque sinceramente,
no entiendo como hay hoy en día grandes lectores que han comenzado su etapa
lectora con libros sin ilustrar. El aspecto del libro es sumamente importante y
afecta mucho en el nivel de interés que el niño tiene en la lectura. Está claro
que la historia le tiene que motivar, pero una lectura con imágenes le permite,
sobre todo en las primeras etapas lectoras, descansar la vista de las letras,
dejar volar la imaginación, le ayuda en la comprensión del texto, etc.
Me ha gustado mucho el uso del
teatro en el aula. Es cierto que en mi época que recuerdo de colegio, no se
estimulaba el hablar en público, y esto ha producido toda una generación de
personas que nos enfrentamos a las responsabilidades de adultos sin esta
capacidad que es fundamental para la mayoría de los trabajos y para la vida en
general. El uso de textos teatrales y su interpretación en el aula, puede
permitir al niño ganar confianza hablando en público ayudándolo a convertirse
en el personaje en cuestión y no sintiéndose juzgado él como persona por su
audiencia. Hoy en día que por mi trabajo me dedico a hacer muchas exposiciones
en público, he utilizado técnicas de teatro para conseguirlas. Me considero una
persona muy tímida, pero una vez que me subo al escenario a hablar sobre un
tema, me pongo el “sombrero” de ponente y se me olvida mi timidez. Esto sólo se
consigue con mucha práctica y te aporta seguridad. Como maestros, podemos usar
estos textos para que el niño disfrute con la interpretación, se desinhiba y se
ría de sí mismo.
Otro género literario que también
es útil para desarrollar estas habilidades comunicativas, es la poesía. La
poesía, no sólo sirve para el desarrollo de estas habilidades comunicativas,
sino que, además, inculcar al niño el placer por la poesía desde pequeño le
permitirá descubrir un género literario complejo que aporta un gran disfrute y
que el niño no es consciente, pero forma parte de nuestra vida en el día a día.
El único problema es que nunca nos enseñaron a apreciarla. Como maestros, tenemos
la obligación de enseñar a los niños a apreciar este género y ayudarles a que
lo entiendan para que puedan disfrutarlo. Es quizá el género más difícil de
entender porque es el menos utilizado de forma consciente. La prosa, es un
género con el que el niño está en contacto desde que se inicia en la lectura, y
el género dramático está presente de alguna forma en las películas y en las
obras de teatro que puede tener ocasión de ver, pero la poesía, estando
presente en las letras de muchas de las canciones que escucha, ni siquiera es
consciente de ello, por el mero hecho de no haber tenido una formación en
poesía adecuada. Como maestros, en mi opinión, debemos de ofrecer al niño la
oportunidad de disfrutar conscientemente de este género literario que es el más
poético por naturaleza.
De cara a que el niño no se
desmotive con el texto que le propongamos, en este bloque hemos aprendido a
analizar muy bien los textos y tener muy presente nuestro receptor, su
desarrollo cognitivo, sus necesidades y sus capacidades. En mi vida
profesional, me dedico al mundo del marketing, y parece una ironía decir que,
en relación a los textos literarios, no era consciente de que todos los
aspectos son importantes, no sólo el texto en sí, sino todo lo que lo acompaña:
sus ilustraciones, el papel, el tamaño de la letra, el tema, el argumento, la
edición y las portadas, los protagonistas y los demás personajes que los
acompañan, los valores y los contravalores, en estilo y el lenguaje utilizado
para trasmitir las ideas.
Digo que parece irónico porque es
un aspecto que tenía perfectamente interiorizado a la hora de diseñar por
ejemplo campañas publicitarias, donde lo primero que se analiza es el receptor
de la pieza, para así adaptar los visuales, los textos, y todos los elementos
creativos para que sean significativos para él y la pieza pueda “conectar” con
este receptor y le sea relevante. Sin embargo, a la hora de elegir un libro
para mis hijos, nunca había caído en la cuenta de estos aspectos y ahora he
entendido por qué en ocasiones, cuentos que me parecían muy atractivos para
ellos, al ofrecérselos, a ellos les generaba rechazo o poca motivación.
SEGUNDA ETAPA – Bloque 2
Este bloque sobre los textos
folclóricos me ha parecido especialmente interesante porque nunca me había planteado
estos pequeños textos en muchas ocasiones sin mucho significado aparente, como
literatura. Cuando pensaba en literatura, antes de este curso, pensaba más en
“textos serios”, en los clásicos, sin darme cuenta que en estos pequeños textos
folclóricos que son en muchos casos muy atractivos sobre todo para los más
pequeños, pueden ser una buena fuente de lectura, sobre todo familiar y grupal
(Apuntes de la asignatura, p.17).
Estos textos folclóricos, según
los apuntes los podemos clasificar como: cuentos folclóricos (asunto ficticio y
carácter lúdico), el mito (relato de actuación memorable de dioses o héroes),
la leyenda (trasmisión oral de una tradición) o la fábula (representada por
animales que reflejan pasiones y valores humanos). Estos textos, son
especialmente útiles en el aula en los primeros años de introducción a la
lectura, sobre todo porque son textos habitualmente breves, de tendencia
fantástica, protagonizados por héroes, animales, o personajes mitológicos que
hacen de estos textos un gran atractivo para los más pequeños.
Otra clasificación que
encontramos es la de Propp (1928) que clasifica los textos folclóricos en mitos
(héroes), cuentos de animales (animales como protagonistas, y pueden tener o no
una moraleja), cuentos de fórmula (cuentos en los que la memoria del narrador
es fundamental y conjugan el absurdo y el humor) y cuentos de hadas o
maravillosos (incluyen al menos un personaje mágico-fantástico). Esta
clasificación nos es útil porque la tipología de cuento más extendida es el
cuento maravilloso y fue este autor el que acuñó esta denominación. Además,
según Propp, todos los cuentos maravillosos responden a esta estructura
denominada el Paradigma de Propp: cada personaje tiene un papel en el cuento, y
estos papeles pueden ser representados por diferentes personajes a lo largo del
cuento; cada cuento tiene un número determinado de acciones, son las acciones
que llevan a cabo los personajes del cuento y que tienen o no significado; y
por último, las funciones, que son el significado de las acciones.
Me ha gustado mucho el estudio
que se realizó con niños de 5-6 años y el cuento de los 3 Cerditos. Es cierto,
que como maestros debemos de tener más fe en los niños, en su inteligencia y en
su capacidad. Como adultos, habitualmente caemos en la trampa de pensar que,
debido a nuestra experiencia, sabemos más que ellos y muchas veces pretendemos
imponerles nuestro aprendizaje y nuestro criterio. Esto es algo también
aplicable al ámbito familiar como madres/padres. No somos muchas veces
conscientes, de que efectivamente, como adulto tenemos una experiencia que nos
aporta sabiduría, pero es sabiduría la tenemos fruto de cometer errores y
aprender de ellos, de experimentar incertidumbres, de acertar tomando
determinadas decisiones, de nuestros pensamientos y nuestras propias
conclusiones en la vida. Si privamos a los niños a que ellos piensen,
experimenten, se equivoquen, generen aprendizajes de su propia vida, ¿en qué
clase de adultos los convertiremos?
Un aspecto interesante a recordar
para el futuro, es cómo debemos de adaptar los cuentos folclóricos. En ocasiones,
al tratarse de textos antiguos, es necesaria una adaptación para una correcta
comprensión del niño. Un texto folclórico podemos adaptarlo, pero como en
cualquier adaptación, debemos de velar por que el argumento se mantenga, así
como los personajes y el tema del cuento.
En cuanto al trabajo de este
bloque, al principal reto que me he enfrentado es a no caer en el común error
de centrar todas las actividades en el desarrollo de los valores. Gracias a
comentarios de mis compañeros, he conseguido generar un buen equilibrio entre
los valores y el disfrute de la lectura.
Me quedo de este bloque con una
frase que me ha gustado especialmente y que creo que resume muy bien el bloque:
“La literatura infantil ha de ser como un
juguete, un juego más que divierta y deleite; en ese sentido, el folclore
infantil es un auxiliar imprescindible en el aula”. (Apuntes de la
asignatura, p. 23).
TERCERA ETAPA - Bloque 3
De este bloque, destacaría
especialmente el análisis que se hace sobre el paralelismo de la literatura con
los elementos del lenguaje y la comunicación: emisor, mensaje y receptor. Así,
vemos que por un lado nos encontramos el emisor con su entorno y su realidad,
que emite un mensaje que es recibido por un lector (receptor) que muy
probablemente lo lee en otro momento histórico distinto, o, en cualquier caso,
lo lee desde su perspectiva por lo que la interpretación del mensaje es
inevitable. Esto es algo muy importante que debemos de tener en cuenta. Los
niños como receptores, son receptores distintos a nosotros como adultos, aunque
el autor sea el mismo y el mensaje emitido también, cada receptor, sea niño o
adulto hará su interpretación por lo leído. Estas interpretaciones están
afectadas por el nivel de desarrollo cognitivo del receptor, por sus
experiencias y aprendizajes previos, es decir, por sus esquemas, por sus prejuicios,
etc.
Si tenemos este concepto claro, como maestros, fomentaremos los debates en
el aula enriqueciendo las perspectivas de nuestros alumnos, y no intentaremos
imponerlos a los niños nuestras interpretaciones. El maestro de hoy en día debe
de tener más un papel mediador en el aprendizaje del niño que un papel
protagonista en el mismo. El protagonista de su propio aprendizaje es el niño y
para ello cuenta con una herramienta muy útil que es el maestro. Esto todavía
hoy en día hay maestros que no consiguen entenderlo ya que durante muchos años
han estado trabajando con un modelo más tradicional de aprendizaje donde el
niño aprende escuchando al maestro y no descubriendo y guiando su propio
aprendizaje.
Para intentar que haya la mayor
conexión posible entre el receptor (lector) y el mensaje que emite el autor, y
así fomentar hábitos lectores, es importante como maestros que ofrezcamos a los
niños siempre libros que se adecuen no sólo a su capacidad cognitiva en ese
momento, sino también y no menos importante a sus intereses y la concepción del
mundo que tienen en ese momento. Así, hay libros que a lo mejor un adulto ha
leído de niño y recuerda con mucho cariño porque le dejaron huella, pero un
niño de hoy en día no le ve el más mínimo atractivo porque la sociedad que representa
no es la suya y por tanto no conecta con ella. Este aspecto es muy importante
tenerlo en cuenta como maestra para conseguir con éxito inculcar hábitos
lectores a los alumnos/as. A veces caemos en el error de adaptar estos textos,
sin darnos cuenta de que la adaptación es el último recurso ya que destruye la
obra original del autor, su obra de arte. ¿Para qué adaptar existiendo tantos
textos disponibles? No se trata de adaptar, se trata de elegir adecuadamente
qué ofrecemos a los niños para que lean.
En este bloque como trabajo hemos
diseñado una semana literaria. En mi caso, la elección ha sido Antonio Machado.
Este proyecto ha supuesto un gran reto, pero a la vez ha sido muy divertido
pensar en actividades que acercaran la poesía de Antonio Machado a la realidad
del niño de hoy en día. El objetivo ha sido intentar acercar a los niños un
género literario complejo y que habitualmente no se trabaja tanto en las aulas
como la prosa, por ejemplo. La semana la hemos basado en actividades grupales,
donde el niño/a se ha convertido en el eje de su aprendizaje, descubriendo,
creando e interpretando. Un error que cometemos como adultos y maestros es el
no priorizar. Este ha sido un gran reto en esta actividad, ya que entrando en
la obra de este autor todo me parecía interesante e importante para que los
niños entendieran mejor su obra. Sin embargo, finalmente he optado por elegir
sólo aquellas poesías más emblemáticas y centrarme sobre todo en que aprendan
el simbolismo del autor que es una de sus características principales. El resto
de actividades están centradas en que les quede un bonito recuerdo de esa
semana literaria para que al hablar de poesía la relacionen con aquella semana
educativa tan bonita y divertida que realizaron en el colegio. Ese “poso”
emocional positivo es un gran motor para estimular la lectura en el futuro.
Esto nos enlaza ya con la cuarta etapa de la carrera: animación a la lectura.
CUARTA ETAPA – Bloque 4
Me gusta mucho el comienzo de
este bloque que dice así: “Leer no es
solo ver lo que está escrito y descodificarlo. Es mucho más: es comprender, es interpretar,
es inferir, es descubrir, es comunicación, es un acto espiritual complejo que
va de la objetividad a la subjetividad.” Este comienzo me gusta
especialmente porque en mi opinión, es muy cierto. En muchas ocasiones, como educadores, nos
conformamos cuando al leer los niños en clase en voz alta, leen con un buen
ritmo, buena entonación, no silabean, etc. Sin embargo, se nos olvida que,
hasta ese momento, sólo están decodificando. Y no trabajamos sobre la
comprensión denotativa (literal) ni mucho menos la connotativa (personal,
emocional). Este ha sido mi principal aprendizaje de esta etapa. Cuando ves
fichas de comprensión lectora de las editoriales más tradicionales, la mayoría
son actividades de comprensión denotativa.
Por este motivo, he disfrutado mucho
imaginándome los coloquios sobre el Principito (novela elegida para el trabajo
de este bloque), porque me imaginaba a los niños intentando convencerse unos a
otros que su interpretación es la correcta. El papel más difícil para el
maestro en este caso es el de ser meramente un moderador y un acompañante en el
proceso, ya que como hemos comentado a lo largo de los otros bloques, los
adultos tendemos a querer “imponer” nuestra visión e interpretación de los
textos. Esta obra que he elegido me ha parecido especialmente interesante ya
que consta de tantas capas interpretativas, que incluso un adulto, cada vez que
lo lee, si lo hace con ojos descubridores, encuentra nuevos significados al
mismo texto.
Dentro de lo aprendido en este
bloque es la estructura clave para acompañar y estimular al niño/a en sus
hábitos lectores. Así, debemos de trabajar actividades para antes de la
lectura, que le estimulen y le generen ganas de leer. Estas actividades nos
sirven para poner en contexto el autor, el momento en el que vivió, etc.
Para
generar motivación, es importante en este punto que como maestros dejemos a los
niños soñar con lo que nos contará la historia, con sus personajes, etc. Un
error que personalmente he cometido una y otra vez, es no intervenir indicando
si están o no en lo cierto cuando los niños intentan averiguar qué pasará.
Estas actividades de antes de leer las he incluido en el proyecto, no sólo a
nivel general como introducción al libro, sino al final de cada sesión como
animación a que sigan leyendo.
Cuando la novela que leen es extensa, debemos de
acompañar al niño en todo su proceso de lectura, no sólo al principio, porque si
no corremos el riesgo de que, en algún momento del camino, se canse, pierda
interés y lo deje. En mi opinión, y según lo trabajado y aprendido en este
bloque, no debemos de bajar la guardia en todo el proceso de seguimiento. El
trabajo lo hemos elaborado con una novela propuesta, pero leyendo los
documentos complementarios de la asignatura, he visto que este trabajo se puede
y se debe de hacer no sólo puntualmente con un libro en concreto que
propongamos, sino con todo lo que vayan leyendo los niños. Me ha gustado mucho la
actividad del Libro Misterioso. Me parece una actividad muy chula y motivadora
para los niños de primaria, edades en la que los misterios les generan una gran
fascinación. Es una actividad que nos permitirá mantenerlos interesados en los
libros durante todo el curso y que además fomenta el acabar uno y empezar otro,
para ver si son ellos los que responden antes al enigma planteado por el
profesor (Catálogo de Actividades de Animación a la Lectura).
En las
actividades de durante la lectura, me parece especialmente difícil no intentar
trasladar al niño nuestra propia interpretación de adulto. Para que el maestro
consiga esto con éxito, debe de estar con la mente muy abierta y muy
concienciado de que su interpretación es de adulto y es la suya propia, pero
que el niño también tiene capacidad y vive su realidad, lo que afecta
directamente a su propia interpretación. En las actividades de Después de la
lectura, lo que hacemos es afianzar interpretaciones, aprendizajes si los
hubiera, y sobre todo y lo más importante será intentar dejar “huella” al
alumno con el libro.
De este tema, me quedaría con
esta frase literalmente: “Éste es el
objetivo que persiguen las estrategias de animación a la lectura: comprender,
gozar, reflexionar”. Me quedo con ella porque a veces se nos olvida que el
objetivo de la animación a la lectura, no es intentar que el niño entienda lo que
el autor quiera decir, sino que el niño comprenda el texto (literal y
personalmente), lo disfrute y reflexione sobre lo leído para desarrollar su espíritu
crítico, aspecto fundamental para su futuro como adulto.
QUINTA ETAPA – Bloque 5
Esta etapa ha sido como ver una
cuesta super empinada cuando ya crees que estás llegando a la meta. Creo que ninguna de las actividades
anteriores, pese a todos los retos que hemos ido superando juntos, me ha
resultado tan compleja como enfrentarme a un folio en blanco. No obstante, he
contado con unas buenas zapatillas para esta cuesta final, que eran las
estrategias que nos mostraba el bloque de teoría. Sin ellas, no sé si hubiera
sabido por dónde empezar.
De los géneros literarios, el que más me ha costado
ha sido el del verso, y no sé de hecho si he sido capaz siquiera de hacer algo
mínimamente apropiado como para que sirva de inspiración a los niños para sus
propias creaciones. Con total seguridad lo harían mejor ellos que yo misma. La prosa
y el texto dramático me han resultado divertidos de crear, la verdad. Las
estrategias de cambiar las letras de canciones, es una estrategia que seguimos
en los colegios muchas veces por ejemplo cuando preparamos villancicos para el
festival de Navidad con base de melodías de canciones actuales. Sin embargo, en
muchas ocasiones, en lugar de hacerlo los niños, es una tarea que por falta de
tiempo acaba haciendo el profesor por su cuenta, y el niño se limita a
aprendérselo. Esta actividad, por ejemplo, se podría integrar dentro del área
de Lengua para que se le diese el tiempo y los recursos necesarios para que los
niños puedan llevarla a cabo. En mi opinión, le damos demasiada relevancia a
que los niños lean y escriban prosa y poca a los poemas. Como futura maestra,
me gustaría en la medida de las posibilidades de mi aula, intentar equilibrar
un poco más ambos géneros. La poesía es un género que ocurre como con el vino,
que se aprecia a medida que se lee y se aprende a disfrutar con ella. Nuestro
papel como educadores es darles a los niños oportunidades de aprendizaje para
que ellos puedan ir definiendo sus criterios y sus gustos. Un niño que no ha
aprendido a amar la poesía, no querrá nunca leer este género. Pensará que no la
entiende, que no es para él, … Cuando la realidad es que no ha tenido
oportunidades para que le guste. Esto es lo mismo para todos los géneros, pero
es verdad que la prosa y el texto teatral están más presentes en el día a día
de los niños y por tanto surgen más oportunidades de aprendizaje.
La creación de un libro me ha
parecido un material que se puede hacer muy sencillo y que es muy estimulante
para el niño. De hecho, por ejemplo, podría servirnos para entregarles a los
niños el vocabulario de El Principito por ejemplo en un formato diferente (tipo
diccionario) de manera que les sea más estimulante de consultar que un folio
impreso.
Y así es como hemos llegado
juntos a esta pequeña meta, que en realidad no es más que el principio de una
larga carrera de aprendizaje y de fondo. Pero como os decía en la introducción
de este post, vamos pasito a pasito, descubriendo el camino que nos queda por
recorrer, porque si lo miramos desde arriba y lo vemos completo nos abruma y
nos bloquea. Esta es mi filosofía de vida para poder con todos los retos,
desmembrarlos y ver las piezas pequeñas y esto en definitiva es algo que algún
día me gustaría poder trasladar a mis alumnos el día de mañana. No hay reto
imposible si lo afrontamos poco a poco, de manera que nos enfrentemos a retos
de nuestro tamaño y a medida que los vamos superando, nos encontremos con que
casi sin quererlo hemos llegado a nuestro objetivo que un día parecía
imposible. Enhorabuena compañeros, ya hemos llegado.
BIBLIOGRAFÍA
-
Apuntes de clase
-
Escalante D.T., Caldera R.V., 2006, Literatura
para niños: una forma natural de aprender a leer, Universidad de Los Andes,
Venezuela, Artículos Arbitrados.
Un artículo excelente, Patricia. Enhorabuena :)
ResponderEliminar¡Gracias! :-)
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